Mi aventura con un hombre casado.

Hola, mi nombre es Enrique, tengo 25 años, 178 de estatura, 80k de peso, trigueño, ojos cafés y cabello castaño.

Sucedió un calurosa y húmeda tarde del mes de Septiembre, llovía tenuemente, era un sábado, me dirigía a casa, el autobús me dejo cerca de la catedral de la ciudad, rápidamente corrí al paradero donde iba a hacer el transbordo para no mojarme, al llegar estaba un hombre de unos 32 años, trigueño oscuro, cabello negro liso, nariz fileña, labios rojos carnudos, ojos cafés de pestañas risadas, sus pectorales se veían medio desarrollados, brazos fuertes y piernas gruesas, de 1,75 mts de estatura, tenía un suéter tipo polo de color negro con un jean azul claro y botas de trabajo, su cabello estaba húmedo, y la brisa jugaba con los que caían en su frente, su barba estaba sin rasurar pero no abundante y sus botas sucias de arena amarilla, tenía gotitas de sudor en su frente que se secó con su antebrazo izquierdo, lo cual hizo que volteara su cara dándose cuenta que yo lo estaba observando, inmediatamente mire hacia otro lado para que no se diera cuenta, pero mire por el rabito del ojo que ahora él era el que me observaba, ese día yo tenía puesto un jean azul oscuro que realzaba mi trasero, ambos estábamos de pie y el decidió sentarse, me acerque un poco hacia donde él estaba y vi cómo se marcaba su verga en el jean y le seguí el juego, le mire el bulto sin tapujos y luego lo mire a los ojos, hizo un esbozo de sonrisa y lanzo una mirada picara tocándose la verga haciendo que su bulto aumentara de tamaño.

-Se ve grande-dije.
-Sí, más o menos, lo normal. –dijo él.
-Bueno, eso hay que verlo algún día a ver si es verdad, con una sonrisa picaresca –dije.
-Cuando quieras y entre más pronto mejor.-dijo el.
-Cómo te llamas? –Pregunté.
-Jonathan y tú?
– Enrique.
-Ya te había visto.-dijo
-Si? Y eso en dónde? –pregunté.
– En el auto bus, yo vivo en el barrio nuevo que está al lado del tuyo.-dijo.
-Sorprendido le dije, si? Vaya, raro que no me haya percatado.
-Por qué? Pregunto él.
-Pues porque con esa apariencia tan atractiva no hubieras pasado desapercibido ante mis ojos.-dije.
Se sonrojo y lanzo una carcajada diciendo que él no era atractivo.
-Sonreí y le dije para mi si lo eres.
-Hoy es día del amor y de la amistad, que harás? Lo celebraras con tu novia? Le pregunté.
-No, no tengo novia, tengo esposa.
-Oh, qué bien, y tienes hijos, pregunté.
-Sí, tengo dos uno de seis meses y otro de dos años, y no haré nada porque están de viaje.
-Y eso donde están porque te han dejado solo.-pregunté.
-Mi suegro, está un poco enfermo está en sus últimos días y mi esposa está reunida con el resto de sus hermanos esperando la hora.
-Lo siento.-dije.
-Gracias, no te preocupes.
-Y entonces te quedaras en la casa solo, no harás nada. Pregunte.
-No, será ver T.V a no ser que alguien me invite a algo.
Lo dijo nuevamente con su mirada y sonrisa pícara.
-Tu si saldrás con tu novio o novia. Preguntó.
-No, no tengo ni lo uno ni la otra, quede con unos primos y unos amigos para reunirnos a tomarnos algo.
-Asistió con su cabeza.
-En serio no harás nada vivimos cerca si quieres podemos llegar a la tienda de la esquina, donde venden fritos, sabes cuál es? La de la carpa roja podemos tomarnos unas cervezas un ratico.-dije.
-Si claro pero queda más cerca a tu casa que de la mía, yo vivo en las últimas cuadras pero y tus amigos y tus primos no iras -dijo él.
-Depende, si la estoy pasando bien contigo no.-dije con una sonrisa.
-El sonrió.
-Entonces que? no aguanta que pases amor y amistad encerrado, que sugieres. Le pregunté.
-Sugiero que me gustaría que llegues a mi casa.
La excitación se apoderó de mi cuerpo, se aceleró mi corazón, sentí que mi pene se puso duro, mi saliva se ponía espesa y el ano me palpitaba
-Me gustaría mucho, solo espero que no me hagas daño y que no seas un psicópata, que me claves cuchilladas y salga de tu casa en trocitos dentro una bolsa negra.-dije sonriendo.
-Soltó una carcajada y dijo no! Como se te ocurre!, no seas tan trágico, el trozo que habrá es este para que lo chupes y lo goces dentro de tu culo, mientras se manoseaba la verga.
-Uff palabras mayores que rico, que buena invitación.-dije.

Fue emocionante, un hombre masculino, varonil y además casado invitándome a su casa, no puedo negar que me sentía un poco asustado, pensaba si voy a su casa, me puede hacer daño o puede que sea uno de los mejores polvos de mi vida y de paso iba derechito para el infierno por estar con un hombre casado y con hijos, esto es una locura.

Llegó el momento de subirnos al autobús, en el camino me comentaba de sus hobbies, de lo monótona que era su vida y de lo mucho que quería a sus hijos, y en lo que trabaja su esposa, de su esposa solo me dijo eso, en el asiento del bus su pierna iba pegada a la mía y de vez en cuando miraba sus ojos y su verga, el solo sonreía.

Al llegar al paradero donde me tocaba bajarme le dije, que iba a llegar a la casa a dejar unas cosas que necesitaba mi mama, le dije que me diera su número de celular para que me diera la dirección y me dijo:

– En serio me llamaras?
-Por su puesto, porque lo dudas?
-Pensé que llegaríamos de una vez, lo dijo con voz nerviosa
.
-Sí, es que tengo que llevar la medicina de mi mama, no te preocupes.
Intercambiamos de número de celulares, me dio su mano y me dijo, te espero.

En realidad no tenía que llevar nada, tenía que llegar a mi casa a acicalarme un poco, dejar el dinero y solo llevar lo necesario, estaba muy nervioso, estaba haciendo algo peligroso, ir a casa de un desconocido así no más, era algo muy arriesgado, pero había algo en él que me inspiraba confianza.

Después de esto lo llame y me dio su dirección estaba a solo 5 minutos de mi casa.

Llegue a su casa, una casa típica de urbanización estrato dos con muebles sencillos nuevos, la típica casa de un recién casado, desordenada con juguetes de los niños por do quier y un cochecito, me recibió con una pantaloneta roja y camisilla, había acabo de tomar una ducha, olía a jabón protex de avena y un tenue olor a Issa Miyaki , me volvió loco ese olor y aumento más mi excitación, cerró la puerta y en la sala no sabía si besarle, o no , lo cual quería hacer locamente, su boca roja bordeada por su barba , me tenía a millón, mi corazón quería salirse de su sitio, mi verga estaba a punto de explotar y me la sentía babosa, me miró fijamente a los ojos y me tomo por la cintura y yo a él por el cuello, me beso, fue delicioso, su barba me raspaba, metía su lengua en mi boca y yo se la chupaba, sus labios se fundían con los míos, mientras que el también chupaba mi lengua, el gemía de placer diciéndome que tenía unos labios ricos, mientras me apretaba las nalgas con sus fuertes manos y yo le agarra su verga, no tenía interior, yo sentía los pelos de su pelvis, sus bolas depiladas y calientes, mis manos exploraban su fuerte espalda, sus brazos, sus músculos; me tomo de la mano y me llevo al cuarto principal cada uno se fue desnudando sin dejar de besarse, me apretó mis tetillas, besaba mi cuello, luego bajo al pecho y empezó a lamerme y a chuparme las tetillas yo acariciaba su cuello mientras observaba su perfil, su fileña nariz y su lengua salir de su boca para deleite de mis tetillas, me decía.

-Me encantas estas caliente, tu piel es suave y hueles a rico, ven ponte de rodillas quiero que me chupes la verga.

Yo me agache, su verga era normal ni gruesa, ni delgada, de 18 cm mas o menos, la cabeza rosada con una pequeña curvatura a la izquierda, el gemía de placer y acariciaba mi cabeza y decía.

-Mírame a los ojos mientras me la chupas.

Yo lo hacía, solo veía como apretaba sus ojos y sus labios del placer y eso me excitaba más y empecé a masturbarme y también a gemir.
-La chupas rico, mejor que las mujeres que me la han chupado tu boca es suave, calientica y no me maltratas la verga con los dientes que rico.-dijo él.

Sus músculos se marcaban cuando encorvaba su espalda, quería acercarse para poder verme más de cerca mientras le chupaba su verga, yo seguía chupando me la tragaba toda hasta el pegue yo podía sentir como tensionaba los músculos de sus piernas porque mis manos estaban allí en sus muslos mientras se la chupaba, de repente me cogió por debajo de mis brazos y me levanto para besarme y chupar mi lengua, mientras se hacían hilos de saliva entre nuestros labios producida por la chupada de su verga.

Se tiró boca arriba en la cama mientras se masturbaba, lo seguí besando en la boca, el me agarraba el culo y me metía el dedo en el culo, baje por el cuello hasta llegar a su pecho que estaba semi poblado de vellos, y le lamí las tetillas, el solo gemía de placer, bese su abdomen y le seguí chupando la verga, mientras me decía.

-Metete la toda hasta el fondo me encanta eso, lámela, lame mis bolas.
Yo estaba encantado de recibir sus órdenes y acatarlas, luego me dijo ven ponte en cuatro que te voy a chupar el culo.

Me puse en cuatro en la cama y me beso las nalgas y sentí su lengua caliente entre ellas y en mi culo, sentí un corrientazo por todo mi cuerpo me puse más caliente y me puso a gemir.

-Ahora me toca a mí hacerte gemir.-dijo.

Seguía lamiendo mi culo, sintiendo como me raspaba su barba entre mis nalgas y también me besaba mientras que yo acariciaba su cabeza y suave cabello.

Yo solo le decía uff nunca me habían lamido el culo así, mientras que temblaba y me masturbaba, el me daba palmadas en las nalgas mientras me preguntaba que si me gustaba yo solo decía que sí, luego me beso la espalda hasta llegar a mi cuello y mientras su pecho estaba sobre mi espalda me dijo al oído, te voy a clavar, pero quiero que este culo sea mío, quiero marcarlo como mío, quiero echarte la leche adentro y que más nadie te clave sino yo, porque desde ahora yo soy tu macho.

-Hazlo solo hazlo, haz lo que tú quieras.-dije.
-Ven lubrícalo chúpamelo más, métetelo hasta el fondo y úntalo de saliva.-dijo.
Estando de rodillas se lo chupe una vez más como me dijo, me lo metió fuertemente hasta el fondo, agarrándome por la cabeza presionándola a su pelvis, mis ojos se pusieron llorosos, casi vomito la verga salió bastante untada de mi saliva.

Me levante y me tiro boca arriba en la cama, mientras él estaba de pie en el borde, se agacho un poco y me paso la lengua untándome el culo de saliva y termino echándome dos salivones mas, Luego estando boca arriba con las piernas en el aire con una mano sostenía una de mis piernas mientras que con la otra se agarró la verga que me fue metiendo suavemente en mi culo, entro suave y sabroso, sentía el caliente de su verga dentro de mí.

Me puso mis rodillas en los ojos con ayuda de sus hombros, poniéndose encima de mi y me empezó a dar suave pero después acelero su ritmo y me empezó a dar duro, mientras yo gemía del placer y me pregunto que si me dolía y le dije un poco, me dijo.

-Me gusta duro, lo siento si te duele, espero que lo disfrutes pero me gusta así.
Sus palabras y el ver sus pectorales, sus fuertes brazos, sentir su olor a hombre, su pelvis chocando fuerte y vigorosamente contra mi culo, me excitaba cada vez mas y lo estaba disfrutando, el sudor aumentaba en nuestros cuerpos y más en el de él, lo cual hacia resaltar los vestigios de músculos de su cuerpo, yo le secaba el sudor de su frente para que no le cayera en sus ojos, me beso y dio las gracias dándome verga sin parar, luego levantó su cuerpo y quedo de pie en el borde de mi cama, mientras yo sostenía mis piernas en el aire y me decía.

-Que culo rico, caliente y apretado, después que te lo llene de leche será solo mío, oíste de más nadie, sigue gimiendo que me encanta ver que estas disfrutando de mi verga, la verga de tu macho.

Estaba sudado, su cabello ya estaba húmedo de tanto sudor, su cara demostraba que lo estaba disfrutando, se me volvió a tirar encima y me dijo que ya se iba a llegar, cuando se vino su rostro estallo de placer lanzando un grito ahogado, agarro mis hombros con fuerza y apretó los dientes mirando hacia arriba terminando en un quejido y con la respiración acelerada yo sentí como su verga palpitaba mientras salía la leche dentro de mi culo, empecé a masturbarme y también me vine, mi verga explotó estaba tan excitado que mi primer chorro de semen salio disparado a mi cara y el resto en el pecho, bote mucha leche.

Terminamos casi al tiempo y sudados, él sonreía y le pregunte por qué y me dijo.

-Somos un par de locos, de hacer esto así, pero lo disfrute mucho, que locura pelao.

Fuimos a la ducha, yo estaba un poco nervioso pues pensé que después de terminar se iba a sentir arrepentido, pero nos limpiamos juntos sin rollos.
Nos vestimos y yo estaba un poco tenso, había acabado de culiar con un hombre casado en su cama matrimonial y al lado de la cuna vacía de su bebe recién nacido, me sentía la perra más perra de este mundo, pero satisfecho, era el mejor sexo que había tenido jamás.

Salimos a la sala y actuó de la más natural se le notaba que estaba satisfecho y no había ningún tipo de culpabilidad, miedo ni arrepentimientos, en sus ojos solo vi felicidad, se puso un jean con un suéter y fuimos hasta la famosa tienda de la esquina, comimos fritos y nos tomamos un par de cervezas, contándome sus hazañas de adolescente y lo mucho que le gustaba salir de pesca porque era el único recuerdo lindo de su padre fallecido.

Y desde ese día hasta hoy somos amantes.

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